👋 Hello Amigos! Dr. Molina here 👨🔧
Today, I start with the Spanish version, the English version is below.
Pablo
En la vida siempre he tenido mucha suerte con la gente de la que me rodeado, no creo haberlo hecho apropósito, pero así ha sido.
Cuando llegué a Fuente-álamo con 9 años conocí el primer día al que es mi amigo total, Emilio, cuando llegué a Madrid, me acogieron Jorge, Andrés, Teresa, Marcos y Meneses, cuando empecé la compañía encontré a mi mentor y amigo Francisco, cuando contraté al equipo conocí a Lucas, más tarde a Michael y en medio de todo esto a mi mujer Natalia, la gran responsable de mi felicidad.
Pero no sólo tuve suerte con las personas, también con los animales. Desde hace 8 años y cinco meses, he vivido con el amor de Pablo, el perro más fiel.
Vino de una casa de acogida en Almería, viajó en un camión de MRW hasta la calle Ponzano de Madrid y allí nos encontramos. Como dos adolescentes, uno enfrente del otro, sin saber qué decir, ni qué hacer. Nos fuimos a casa y pusimos un partido de champions del Barça. Desde ese día hasta este martes, hemos sido un equipo, con el único propósito de darnos apoyo y amor incondicional.
Nos gustaban las mismas cosas. El buen pan, tomar el sol en el balcón y el buen jamón. Compartimos el gusto hasta por las mujeres, Pablo conoció a mi mujer Natalia el mismo día que yo y en seguida formamos un equipo todos.
También le gustaban los polvorones de chocolate, una navidad, dejé la cesta en la mesa y se los comió todos.
Pablo ha hecho que mis tias y mi madre, con pánico a los perros, tengan amor por este animal. Fácil. Sin aspavientos, ni grandezas. Sentado, con las piernas cruzadas y escuchando la conversación.
Pablo generaba afición. Mis titos de Madrid, los cuidaron un finde largo y acabaron adoptando a unos primos suyos, para luego crear una banda de rock. Vaya jaleo montaban. Más punkys que rockeros.
Pero Pablo quería ver mundo, y pronto salimos a conocer todo el mediterraneo, sin gustarle el agua, hacía mucho ejercicio en la playa. Visitamos juntos el norte, Asturias e incluso lo más Sur, Cádiz.
Pero el gran reto fue cuando vino la otra integrante de la familia y se convirtió en su escudero. Lo más difícil en la vida, es asumir que ya no eres el primero, pasar de Don Quijote a Sancho. Y Pablo asumió ser Sancho sin un reproche y se dedicó a sentarse a cuidar del nuevo integrante de la familia.
El año pasado, me senté con él y le dije:
-Pablo, y si nos vamos a América? Dicen que allí los sueños no tienen límite.
Y Pablo me dijo:
-Hay pan?
-Creo que si.
-Pues vamos, creo que seré el primer perro de Almería en mudarse a Silicon Valley, fijo que me sacan en Perros por el Mundo.
Y aquí que nos vinimos. Todoss, como dice mi hija.
Cuando llevábamos unos meses, Pablo ya se había ganado las miraditas de las americanas, y ese…
-So cute…:)
Y él, como siempre, por Bulerías, respondía con una buena pose y el andar de chulo y señorito que siempre le caracterizó.
Ayer nos dejó, tras muchos meses de problemas de la edad. Estuvimos de la mano hasta el final y antes de irse, nos miró y nos dijo:
-Chicos, todo va a salir bien.
Y claro, con qué cara no cumplo mi promesa y me pongo a darlo todo en todas y cada una de los retos que me ponga la vida? Si me lo ha dicho Pablo, que lo abandonaron en una carretera en Almería, acabó en una perrera (a la que voy a intentar poner mi granito de arena), y como nadie quería un bodeguero, se pegó casi dos años allí con otros 600 perros, hasta que nos encontramos y se vino para Madrid, a ser mi coach.
Gracias compañero por todas las aventuras juntos, por caminar siempre a mi lado, sin pedir nada a cambio.
Todo va a salir bien.
English Version
Pablo
In life, I have always been very fortunate with the people I’ve surrounded myself with. I don't think I did it on purpose, but that’s how it has turned out.
When I arrived at Fuente-Álamo at the age of 9, I met my lifelong friend Emilio on the very first day. When I moved to Madrid, I was welcomed by Jorge, Andrés, Teresa, Marcos, and Meneses. When I started the company, I met my mentor and friend Francisco. When I hired the team, I met Lucas, later on Michael, and in the middle of all this, my wife Natalia, the great source of my happiness.
But it wasn’t just luck with people—I’ve also been lucky with animals. For the last 8 years and 5 months, I’ve lived with the love of Pablo, the most loyal dog.
He came from a foster home in Almería, traveled in an MRW truck all the way to Calle Ponzano in Madrid, and that’s where we met. Like two teenagers, staring at each other, unsure of what to say or do. We went home and put on a Barça Champions League match. From that day until this Tuesday, we’ve been a team, with the sole purpose of giving each other support and unconditional love.
We liked the same things: good bread, sunbathing on the balcony, and good ham. We even shared a liking for women—Pablo met my wife Natalia the same day I did, and we all quickly became a team. He also liked chocolate polvorones (traditional Spanish sweets). One Christmas, I left the basket on the table, and he ate them all.
Pablo managed to make my aunts and my mother, who were terrified of dogs, fall in love with this animal. Easily. No fuss, no grandeur. Just sitting, with his legs crossed, listening to the conversation.
Pablo sparked passion. My uncles from Madrid looked after him for a long weekend and ended up adopting a few of his cousins, forming a rock band afterwards. What a racket they made. More punk than rock.
But Pablo wanted to see the world, and soon we set out to explore the entire Mediterranean. Even though he didn’t like the water, he exercised a lot on the beach. We visited the North together, Asturias, and even the far South, Cádiz.
But the greatest challenge came when another family member arrived, and he became her squire. The hardest thing in life is accepting that you’re no longer the first, going from Don Quixote to Sancho. And Pablo accepted being Sancho without a complaint and dedicated himself to sitting and watching over the newest family member.
Last year, I sat down with him and said:
Pablo, what if we go to America? They say dreams have no limits there. And Pablo replied:
Is there bread?
I think so.
Well, let’s go! I think I’ll be the first dog from Almería to move to Silicon Valley. They’ll definitely feature me in Dogs Around the World.
And off we went. All of us, as my daughter says.
After a few months, Pablo had already caught the attention of the American ladies with their comments of…
So cute… :)
And he, as always, responded by striking a good pose and walking with the swagger and elegance that always characterized him.
Yesterday, he left us, after many months of old-age problems. We stayed by his side until the very end, and before leaving, he looked at us and said:
Guys, everything is going to be okay.
And of course, how could I not keep my promise and give my all in every challenge life throws at me? If Pablo, who was abandoned on the road in Almería, ended up in a shelter (where I will try to make a small contribution), and since nobody wanted a bodeguero dog, he spent almost two years there with 600 other dogs until we found each other and he came to Madrid to become my coach, said so—then I must believe it.
Thank you, my friend, for all our adventures together and for always walking by my side without asking for anything in return.
Everything is going to be okay.